Un equipo de científicos de la Universidad Hebrea de Jerusalén acaba de dar a conocer los resultados de un estudio que echa por tierra muchas ideas tradicionales sobre la pérdida de peso. Su trabajo sugiere que es posible comer alimentos grasos sin engordar en exceso si se controla adecuadamente la dieta y, lo que es más importante, se tiene en cuenta el reloj biológico del organismo.
Según el profesor Aaron Fry y su colega el profesor Zachariah Madar, un factor clave para regular el metabolismo es sincronizar la ingesta de alimentos con el reloj interno del cuerpo. El descubrimiento podría sentar las bases de nuevas pautas para controlar el peso sin tener que eliminar los alimentos favoritos de la dieta.
Los científicos realizaron un estudio a gran escala cuyos resultados se publicaron en la revista FASEB Journal. Como parte del experimento, demostraron que el horario de las comidas y el ajuste correcto del reloj biológico pueden afectar significativamente a la forma en que el cuerpo asimila las calorías y quema las grasas. Esto cuestiona la idea de que sólo las dietas hipocalóricas son eficaces para controlar el peso.
En el experimento, los científicos siguieron a tres grupos de ratones de laboratorio durante 18 semanas. El primer grupo siguió una dieta baja en grasas, el segundo tuvo libre acceso a la comida a cualquier hora del día y el tercero comió alimentos grasos pero estrictamente por horas. Resultó que el grupo que siguió una dieta basada en el horario ganó menos peso a pesar de consumir más grasa. Al mismo tiempo, los ratones que comían a cualquier hora del día o de la noche ganaban peso rápidamente.
Además, la investigación demostró que las grasas consumidas según un horario establecido no se almacenaban en los tejidos, sino que se quemaban. Este descubrimiento puede ser importante no sólo para la lucha contra la obesidad, sino también para el desarrollo de nuevos métodos de tratamiento de los trastornos metabólicos.
Cabe señalar que los científicos también han estudiado la relación entre la obesidad y la función cognitiva. Anteriormente, descubrieron que las personas con sobrepeso sufren un declive más rápido de la actividad cerebral en comparación con las que mantienen un peso normal. Este hecho no hace sino subrayar la importancia de una dieta adecuada y de tener en cuenta los ciclos biológicos para la salud en general.
Así, científicos de Jerusalén han descubierto una nueva perspectiva sobre el control del peso que podría revolucionar el planteamiento de una alimentación sana. Al fin y al cabo, quizá no sea tan importante lo que comemos, sino cuándo lo comemos.
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