Si se avecinan dos acontecimientos importantes -la boda y la llegada del bebé-, elegir el vestido de novia se convierte en un verdadero reto. Aunque los salones nupciales ofrecen una gran variedad de modelos, a las futuras mamás a menudo les resulta difícil encontrar el traje perfecto para ellas. Para elegir el vestido adecuado, es importante tener en cuenta no sólo el look, sino también la comodidad durante todo el día.
La etapa principal de la elección es el estilo. En este caso, es mejor no precipitarse con la compra mucho antes de la boda. Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer cambia, y lo que hoy le sienta perfectamente, puede no quedarle bien dentro de unas semanas. Las asesoras y novias pueden ofrecer consejos, pero conviene recordar que la forma del abdomen de todas las mujeres en el mismo trimestre puede variar mucho. La mejor opción es visitar el salón unos días antes de la celebración y probarse los modelos elegidos, para que el vestido se ajuste perfectamente a la figura el día de la boda.
Muchas novias eligen exuberantes vestidos de novia con corsé, pero para las embarazadas puede no ser la mejor opción. Un corsé apretado puede causar molestias e incluso dañar al bebé, sobre todo más adelante. Si ya se te ve la barriga, también debes evitar las faldas demasiado voluminosas, ya que pueden crear el efecto de hacer que tu figura parezca aún más grande.
Si lo que quieres es resaltar tu postura, debes optar por un tejido suave y elástico en la zona del vientre. Esto no sólo resaltará un vientre redondeado, sino que también proporcionará la máxima comodidad para ti y para el bebé. Es importante recordar que el criterio principal a la hora de elegir un vestido de novia para una novia embarazada es la comodidad.
La opción tradicional para las futuras mamás es el estilo imperio. Los vestidos con cintura alta, que queda por debajo del pecho, y falda de silueta expansiva ayudarán a disimular la barriga y estilizar la figura. Este estilo no sólo resulta elegante y romántico, sino también cómodo de llevar, ya que no restringe el movimiento y no oprime el vientre.
Otra excelente opción puede ser un vestido de silueta A, que se asemeja a un trapecio. Este estilo oculta bien el vientre, al tiempo que realza el busto y crea una silueta armoniosa. Si la falda es de gasa plisada, el vestido tendrá un aspecto moderno y elegante.
A la hora de elegir un vestido para una novia embarazada, merece la pena prestar atención a los detalles. Para no llamar la atención sobre la barriga, es mejor evitar adornos voluminosos en la zona de la cintura, como pedrería, volantes o encaje. En su lugar, puedes acentuar la parte superior del vestido: el escote o las joyas del corpiño.
Las novias con un vientre más pronunciado deben rechazar el tradicional color blanco, ya que puede aumentar visualmente el volumen. Una solución excelente serán los tonos pastel -lechoso, marfil, crema o beige-, que resaltarán la belleza del vestido, sin añadir centímetros de más.
El día de la boda es muy importante no sólo estar guapa, sino también sentirse cómoda. Por lo tanto, no tengas prisa con la elección del vestido: pruébate todas las opciones posibles para elegir aquella en la que te sientas más segura.
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