Con el inicio de la temporada de frío, muchas mujeres que esperan un bebé se enfrentan a un resfriado. Este período es especialmente importante para su salud, ya que el sistema inmunológico de las mujeres embarazadas suele estar reducido.
Esta es una reacción natural del cuerpo para evitar conflictos con el bebé en desarrollo. Pero esta condición también aumenta el riesgo de contraer infecciones virales, que pueden afectar negativamente a la salud del niño. Por eso, es importante no solo saber cómo tratarse correctamente, sino también cómo prevenir un resfriado.
Durante las epidemias de influenza y ARVI, es aconsejable que las mujeres embarazadas limiten el contacto y eviten lugares concurridos. También vale la pena prestar más atención a los paseos al aire libre y ventilar regularmente la habitación donde la mujer embarazada pasa la mayor parte del tiempo. Los familiares también pueden ayudar tomando medidas preventivas, como vacunarse contra la gripe y tomar medicamentos antivirales si existe riesgo de infección. Si uno de sus familiares está resfriado, es importante aislarlo y brindarle protección a la futura madre, por ejemplo, una mascarilla.
Mantener su hogar limpio también juega un papel importante en la reducción del riesgo de infecciones. La limpieza húmeda diaria y la humidificación del aire de la habitación ayudarán a crear un ambiente favorable. Es útil utilizar aerosoles de agua de mar para limpiar la nariz, así como agregar a su dieta alimentos antibacterianos naturales como el ajo y la cebolla. Si no es alérgico a los aceites esenciales, una lámpara aromática con aceites de lavanda, tomillo o naranja puede ayudar a desinfectar el aire.
En caso de fiebre, es importante recordar que durante el embarazo la elección de fármacos es limitada. Un fármaco antipirético aceptable es el paracetamol, pero debe ser "puro", sin aditivos adicionales. Es importante estudiar detenidamente las instrucciones y evitar tomar medicamentos sin consultar a un médico. Si la temperatura supera los 39,5 °C, debe buscar ayuda médica inmediatamente.
Para aliviar el dolor de garganta durante el embarazo se pueden utilizar gárgaras a base de hierbas como la manzanilla o la salvia, así como sal marina. La solución Tantum Verde, que tiene un efecto antiinflamatorio, ha demostrado su eficacia. Es mejor no utilizar pastillas para la garganta, ya que pueden contener aditivos y sabores artificiales.
Para la congestión nasal, es más seguro utilizar aerosoles a base de agua de mar y gotas de hierbas como el pinosol. Si la situación requiere gotas vasoconstrictoras, por ejemplo Nazivin, deben usarse con extrema moderación y solo según lo prescrito por un médico, especialmente en la segunda mitad del embarazo, cuando la presión arterial alta puede ser una contraindicación.
Cualquier resfriado es motivo de preocupación y las mujeres embarazadas se preocupan por cómo podría afectar a su bebé. En la mayoría de los casos, una secreción nasal leve sin fiebre no es peligrosa. Sin embargo, en caso de infecciones graves y altas temperaturas, se recomienda la observación hospitalaria para evitar posibles complicaciones para el feto. Después de la recuperación, es importante visitar a un médico y someterse a exámenes adicionales para asegurarse de que el niño esté sano.
El tratamiento y la prevención adecuados ayudarán a las mujeres embarazadas a mantenerse saludables incluso durante la temporada de resfriados y gripe, lo cual es especialmente importante para un embarazo exitoso.
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