Cuidar la piel del cuerpo es tan importante como la del rostro. No hace falta ir a un salón de belleza para dejar la piel suave, hidratada y con buen aspecto. Te ofrecemos una forma sencilla y eficaz de preparar un estupendo exfoliante corporal directamente en casa. Sólo necesitarás unos pocos ingredientes y algo de tiempo libre.
1. Baño o ducha caliente
Empieza el tratamiento con un baño caliente para abrir los poros de la piel y prepararla para la limpieza. Sumérgete en el agua caliente durante unos minutos, disfrutando de la relajación. Si prefieres una ducha, aclara con agua tibia.
2. Preparar la manopla de lufa
Prepara una manopla de lufa suave, ten en cuenta que su textura determinará el resultado del masaje.
3. Sal marina
Vierte una pequeña cantidad de sal marina gruesa sobre la manopla de lufa. La sal exfolia perfectamente las células queratinizadas y favorece la regeneración de la piel.
4. Hacer un exfoliante
Mezcla la sal marina de la esponja vegetal con jabón líquido o gel de ducha. Esto creará una consistencia fácil de aplicar y masajear.
5. Masaje de la piel
Con un movimiento circular, empieza a masajear tu cuerpo, frotando suavemente la sal en tu piel. Recuerda que el exfoliante no debe usarse en la cara, evita el contacto con los ojos.
6. Aclarar el cuerpo
Después del masaje, enjuágate bien el cuerpo con agua tibia. Esto ayudará a eliminar cualquier residuo de sal y jabón.
7. Hidratar la piel
Termine el tratamiento aplicando una cantidad generosa de crema hidratante sobre la piel. Elige una crema con ingredientes naturales como extractos de karité para hidratar y nutrir la piel.
Una exfoliación corporal de este tipo ayudará a eliminar las células queratinizadas, mejorar la circulación y dejar la piel suave. Este proceso es un verdadero ritual de spa que puedes hacer en casa, ahorrando tiempo y obteniendo grandes resultados.