Cómo deshacerse de una uña encarnada

Una uña encarnada no solo es un problema doloroso, sino también un inconveniente grave asociado al hecho de que la placa de la uña crece dentro de la piel alrededor del pliegue ungueal. Este proceso puede causar inflamación, dolor y, en algunos casos, secreción purulenta o incluso sangrado. Es importante abordar este problema de forma temprana para evitar complicaciones como la separación de la uña o la propagación de una infección.

Los principales signos de una uña encarnada son enrojecimiento, hinchazón, dolor, especialmente al caminar, así como la formación de úlceras y secreción purulenta. Es importante recordar que las personas con diabetes o mala circulación son más propensas a sufrir consecuencias graves por una uña encarnada, ya que la inflamación puede propagarse rápidamente a los tejidos del pie.

Las causas de una uña encarnada pueden ser variadas. Uno de ellos es el corte inadecuado de las uñas. Cuando los bordes laterales de la uña se cortan demasiado profundamente, puede comenzar a crecer de forma anormal, penetrando la piel circundante. Para evitar esto, es necesario recortar con cuidado las uñas, dándoles una forma ligeramente redondeada. El uso de zapatos apretados o que no calzan bien, especialmente aquellos con puntera estrecha, también puede contribuir al problema, ya que los zapatos apretados ejercen presión sobre los dedos y dan lugar a uñas encarnadas.

Para el tratamiento de una uña encarnada en las primeras etapas, cuando la inflamación es leve, puede ayudar el tratamiento conservador. En primer lugar, se recomienda utilizar zapatos cómodos con puntera ancha para reducir la presión sobre las uñas. También es importante recortar bien las uñas, utilizando tijeras afiladas y cortándolas en línea recta. Si la uña es demasiado corta, se debe limar con cuidado para evitar dañar la piel.

Los baños con agua tibia con sal ayudarán a aliviar la inflamación y reducir el dolor. Para obtener un efecto adicional, puedes agregar permanganato de potasio o una decocción de hierbas como manzanilla o salvia al agua. Si la inflamación no desaparece o empeora, su médico puede recetarle antibióticos en forma de ungüentos para uso externo.

Cuando el tratamiento conservador no produce el resultado deseado, puede ser necesaria una intervención quirúrgica. En caso de inflamación importante y engrosamiento del pliegue ungueal, se elimina parte de la uña y del tejido alterado. Si la inflamación se acompaña de un proceso purulento, puede ser necesaria la eliminación completa de la uña, pero esto puede provocar la deformación de la uña a medida que crece. En los últimos años, la corrección láser se ha utilizado con frecuencia para tratar las uñas encarnadas, lo que permite eliminar eficazmente el problema y reduce la probabilidad de que vuelvan a crecer.

Para aquellos que no están preparados para la cirugía, existen tratamientos alternativos disponibles a través de podólogos. Los especialistas pueden utilizar dispositivos correctivos especiales (resortes, grapas o placas de metal) que devuelven gradualmente la uña a la posición correcta. Estos dispositivos ayudan a reducir la presión sobre el pliegue ungueal y también eliminan el dolor, proporcionando resultados a largo plazo.