Patatas fritas caseras

Las patatas fritas caseras son un bocadillo sabroso y ecológico que es fácil de preparar y requiere el mínimo esfuerzo. Esta opción será una excelente alternativa a las papas fritas compradas en la tienda, porque sabrás exactamente de qué están hechas y podrás controlar los ingredientes agregados.

Primero debes preparar todo lo que necesitas. Ingredientes principales: patatas, aceite vegetal y especias. Elija patatas de tamaño mediano, sin daños ni manchas: esta es la clave para un resultado de calidad.

El primer paso es preparar bien las patatas. Enjuagar los tubérculos bajo el chorro de agua y pelarlos. A continuación, corte las patatas en rodajas finas, cuyo grosor debe ser de entre 2 y 5 milímetros. Esto es importante para que las patatas se horneen de manera uniforme y queden crujientes.

El siguiente paso es cubrir las rodajas con aceite. Colóquelos en un bol, agregue 1-2 cucharaditas de aceite vegetal y mezcle bien para que cada rodaja quede cubierta con una capa fina. Para hornear, utilice una bandeja para hornear, previamente engrasada con aceite o forrada con papel pergamino.

Coloque las rodajas de papa en una bandeja para hornear en una sola capa, asegurándose de que no se toquen. Coloque la bandeja de horno en el horno precalentado a 200 grados. Intente no abrir el horno durante los primeros cinco minutos: esto puede interrumpir el proceso de horneado. Hornea las patatas durante unos 20 minutos, teniendo cuidado de no quemarlas. Tan pronto como las rodajas comiencen a curvarse y adquirir un tono dorado, podrás sacarlas.

El toque final es añadir especias. Enfría los chips y espolvoréalos con tus condimentos favoritos. Esto podría ser sal, pimentón, ajo en polvo o una mezcla de hierbas italianas. Experimenta con sabores para encontrar la combinación perfecta para ti.

¡Ya están listas tus patatas chips caseras! Serán un excelente refrigerio para una pausa en la tarde o un complemento para los platos principales.