Científicos de la Universidad de Bristol han llegado a una conclusión importante: los paseos regulares al aire libre reducen significativamente el riesgo de desarrollar miopía en los niños, y este efecto persiste incluso en aquellos que tienen una predisposición genética a esta enfermedad. Las investigaciones han demostrado que el tiempo que se pasa al aire libre es un factor clave para mantener una buena visión en la infancia.
La importancia de caminar al aire libre
Para confirmar su hipótesis, los científicos analizaron datos sobre la salud y el estilo de vida de 14 mil niños y adolescentes. El estudio encontró que los niños que jugaban al aire libre a los 8 o 9 años tenían la mitad de probabilidades de comenzar a usar anteojos a los 15 años, en comparación con aquellos que pasaban su tiempo en espacios interiores.
La luz brillante y su efecto en la visión
Las investigaciones han demostrado que la luz brillante, presente en el aire exterior, tiene un efecto positivo significativo en la visión. Estimula la producción del neurotransmisor dopamina en la retina, lo que favorece el correcto desarrollo de las funciones oculares. Es este efecto de la luz solar brillante lo que puede explicar el menor riesgo de miopía, en lugar del mayor tiempo dedicado a la lectura, como se pensaba anteriormente.
La actividad física no juega un papel clave
Curiosamente, la actividad física del niño al aire libre no tuvo un efecto notable en el desarrollo de la visión. Esto sugiere que estar al aire libre y recibir luz solar es lo importante para prevenir la miopía, más que el ejercicio vigoroso. Por eso, incluso los niños que pasan mucho tiempo realizando actividades al aire libre menos activas tienen un riesgo menor de desarrollar problemas oculares.
La predisposición genética no es una sentencia de muerte
Si bien la genética juega un papel en el desarrollo de la miopía, las investigaciones han demostrado que el ejercicio regular al aire libre puede ayudar incluso a los niños con predisposición genética a evitar la necesidad de usar anteojos. Este descubrimiento resalta la importancia de la prevención y de prácticas de estilo de vida saludables desde edades tempranas.
Consejos para los padres
Teniendo en cuenta los datos obtenidos, los científicos de la Universidad de Cambridge llegaron a conclusiones similares y recomiendan que los padres envíen a sus hijos a pasear más a menudo, sin limitar el tiempo que pasan al aire libre. Al mismo tiempo, es importante no quitarles los libros a los niños, porque la lectura, por supuesto, también juega un papel importante en su desarrollo.
Investigación futura
Si bien los investigadores ya han logrado avances significativos en la comprensión del vínculo entre el tiempo pasado al aire libre y el desarrollo de la miopía, continúan sus investigaciones para comprender mejor todos los mecanismos que afectan la visión. Sin embargo, ya está claro que los paseos regulares al aire libre y en entornos con mucha luz son factores importantes para mantener una buena visión en los niños.