Beneficios del calabacín para la salud y la cocina

El calabacín es una verdura conocida por todos. Estas delicadas frutas verdes y oblongas suelen acabar en nuestras mesas, pero pocas personas piensan en los beneficios que aportan al organismo. De hecho, el calabacín es un auténtico tesoro de vitaminas y microelementos, en particular potasio, que ayuda a combatir la hinchazón y a mantener el funcionamiento normal del corazón. Ayudan a mejorar la digestión, ayudan con la anemia y también pueden ser útiles para personas que sufren alergias.

Una de las principales ventajas del calabacín es su fácil digestibilidad, lo que lo convierte en una excelente opción para personas con enfermedades del sistema digestivo y para bebés que recién comienzan a introducir alimentos complementarios. El calabacín también se recomienda para los diabéticos, ya que ayuda a normalizar los niveles de azúcar en la sangre sin sobrecargar el cuerpo con calorías adicionales.

Cultivar calabacín no requiere mucho esfuerzo y el alto rendimiento de esta hortaliza permite disfrutarla durante toda la temporada de verano. Con el calabacín se pueden preparar multitud de platos sabrosos y saludables: guisos, tortitas, cazuelas e incluso conservas. Una de las formas más populares de preparar calabacín es hacer caviar de calabacín casero, cuyo sabor no es inferior al del tradicional e incluso lo supera.

El bajo contenido calórico del calabacín lo convierte en un producto ideal para quienes cuidan su figura. Sólo 18 calorías por cada 100 gramos: no sólo es saludable, sino que también ayuda a mantener la delgadez. El calabacín se adapta fácilmente a diversas dietas y su bajo contenido calórico lo convierte en una parte integral de la dieta de verano.

Si quieres conservar el sabor de la calabaza de verano para el invierno, aquí tienes una receta de caviar de calabaza que te ayudará a preparar este delicioso aperitivo:

Cortar 1,5 kg de calabacín pelado en cubos y rellenar con agua hasta la mitad de su volumen. Cocine a fuego lento hasta que esté suave.
Picar 4 zanahorias medianas y 4 cebollas, freír hasta que estén doradas en aceite vegetal.
Añade al calabacín guisado verduras fritas, 3 dientes de ajo, 2 tomates (o 1,5-2 cucharadas de pasta de tomate), 1 pimiento morrón y sal y pimienta al gusto. Tritura todo en la licuadora.
Transfiera la masa resultante a una cacerola y cocine a fuego lento hasta que espese.
Coloque el caviar en frascos esterilizados, ciérrelos con tapa y déjelos enfriar.
El resultado es un aperitivo maravilloso que podrás disfrutar en los fríos días de invierno, recordando el calor del verano y las verduras frescas.