Secretos para cocinar pizza de verdad en casa

Hace tiempo que la pizza se ganó el corazón de la gente de todo el mundo, convirtiéndose en parte integrante de la mesa cotidiana y festiva. Muchos restaurantes y pizzerías ofrecen sus variantes de este plato, pero a veces apetece cocinar una auténtica pizza italiana en casa. No es tan difícil como puede parecer a primera vista. Sólo es importante conocer algunos secretos que ayudarán a hacer de la pizza no sólo algo sabroso, sino también una auténtica obra maestra culinaria.

Lo primero a lo que debe prestar atención al cocinar pizza es la masa. De él depende que su pizza sea verdaderamente italiana. La receta clásica requiere el uso de dos tipos de harina: blanca y de trigo duro, que dan a la masa una textura y un sabor especiales. Por supuesto, si no dispone de este tipo de harina, puede utilizar harina normal, pero el resultado puede ser ligeramente diferente. La masa a base de aceite de oliva, levadura y sal es ligera y aireada.

A continuación, el amasado correcto de la masa desempeña un papel importante. La masa de pizza debe amasarse con las manos para que sea elástica y flexible. Una vez amasada, debe dejarse reposar durante una hora y media en un lugar cálido para que suba. A continuación, extienda la masa hasta obtener un pan plano fino, de no más de 8 milímetros de grosor, y úntelo con aceite de oliva.

Tradicionalmente en Italia, la pizza se cocina en un horno de leña, que permite obtener resultados perfectos gracias a la distribución uniforme del calor. Sin embargo, en casa se puede hacer con un horno normal o incluso con una sartén de fondo grueso. Lo principal es vigilar la temperatura. La temperatura óptima para hornear pizza es de 180-190 grados. Es importante no secar demasiado la masa, para que quede crujiente y al mismo tiempo tierna por dentro.

Un aspecto no menos importante es el relleno. Aquí puede desplegar toda su imaginación. La versión clásica de la pizza lleva salsa de tomate, queso, aceitunas y verduras frescas. Sin embargo, los ingredientes pueden ser muy variados: desde marisco hasta carne. La regla principal es no sobrecargar la pizza de ingredientes para mantener el equilibrio de sabores.

Hoy en día también es muy popular la pizza cerrada, en la que el relleno está entre dos capas de masa. Es una opción interesante que permite experimentar con distintos productos. Para preparar una pizza de este tipo, la masa se divide en dos círculos, entre los que se coloca el relleno. La capa superior se unta con aceite de oliva, se hacen agujeros para el vapor, y la pizza se envía al horno durante 30 minutos.

Lo principal al cocinar pizza no es sólo seguir la receta, sino también disfrutar del proceso. Experimenta con la masa, prueba diferentes ingredientes y crea tus propias recetas. Al fin y al cabo, cada pizza es una pequeña obra maestra, creada con amor e inspiración.